Al pasar por muchos lugares, los creemos vacios, sin historia, pero cada lugar inscribe a diario en sus terrirorios los pasos de los viandantes, y cuando éstos se detienen en un lugar específico suceden cosas. El rio fucha al parecer es inhabitable, pero descubrimos que a sus alrededores hay muchas historias por contar y muchas que escribir, no solo por las personas que tienen una casa, sino por las que hacen del espacio público su casa
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